SE PUEDE SUPERAR la dependencia estructural..?

 



SE PUEDE SUPERAR LA DEPENDENCIA ESTRUCTURAL..?

 

La dependencia económica de América Latina respecto de los Estados Unidos y Europa, se han esbozado numerosas tesis, sin una fórmula completa para la solución de esa dependencia.

 

Desde la ortodoxia marxista que suponen la tesis que, el proletariado debe destruir el sistema de subordinación Capitalista. Hasta los rancios del Neoliberalismo, sostienen que en nuestros países el libre mercado tiene las razones de inversión, explotación de materias primas y mercado para sus productos.

 

Si la tecnología de la información y la globalización que estamos viviendo hoy en día han obligado a los tratadistas, buscar una “redefinición” del Estado, del Capital y del Trabajo; pero olvidan que es necesario comprender el cambio social que imponen y fenómenos como la actual pandemia, han revolucionado conceptos y actitudes humanas.

 

Desde el decenio de los 90, nos enmarcaron como designio los “Tratados” de Cooperación Recíproca (TCR) para los primeros y los de Libre Comercio (TLC) para los segundos.

 

En nuestros países de América Latina y el Caribe, particularmente nuestro país, es necesario plantear y promover de una vez por todas, la defensa de nuestros intereses nacionales mediante un frente de clases productoras de pequeños industriales, campesinos, artesanos, comerciantes, mineros, agricultores, pesqueros, intelectuales, micro, pequeño y medianos empresarios, unidos para construir un nuevo Estado en atención a los grandes intereses de nuestra mayoritaria población, menos favorecida.

 

Este nuevo Estado debe ser el obligado promotor del desarrollo, contralor de la producción y redistribución de la riqueza. Este nuevo Estado condiciona la inversión de capitales y el comercio, dentro de una economía social en defensa y protección de los derechos humanos y el interés del productor. Así como el proteger y defender el medio ambiente y su biodiversidad.

 

La inversión extranjera debe contribuir al desarrollo económico, social y cultural del país y, de particular importancia, con los pueblos adyacentes, donde ésta, desarrolla sus operaciones.

 

Un nuevo Estado estructurado así, está en condiciones de dar una respuesta rápida a la constante amenaza del globalismo, que es la nueva máscara del entonces imperialismo. Entonces el capital extranjero invertirá en condiciones de justa negociación.

 

Recogiendo el pensamiento visionario de Haya de la Torre que, se anticipó al fenómeno de la globalización mundial, afirmando que la “integración continental era el medio más eficaz de hacer frente al imperialismo (grandes economías del mundo) haciéndolos sentar y negociar con los Estados que representan a las grandes mayorías en el Perú, América latina y el Caribe”.

 

Finalmente, el nuevo Estado debe regirse bajo los principios de justicia social y declarar que el Trabajo es la única fuente principal de riqueza y medio de realización humana.

SAI.


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