NO APRENDIMOS NADA, repetimos la misma lección..?

 


 

El gobierno peruano confronta la más dramática guerra de nuestra historia. El enemigo no vino con tanques, buques, aviones, ejércitos ni logística guerrera. Un virus feroz, invisible, enorme, mundial, letal, devastador de seres humanos y pueblos en el mundo nos invadió. Con un pequeño ejército de médicos, enfermeras, auxiliares en salud, policías y militares se pusieron al hombro un país de 32 millones de personas para salvarles la vida, haciendo los mayores esfuerzos que la situación amerita.

 

Lamento, tener que decir y lo diré, los peruanos no hemos aprendido de hacer patria ni mucho menos defenderla. Un pueblo con gazmoñería, temeroso al cambio, sin emoción del momento, junto a las trapisondas de la política criolla. Me criticarán por severo en mis comentarios y juicios. Planfletero, dirán. Quizá sí, pero con razón y convicción.

 

Es triste pensar que estamos perdiendo la guerra frente al Coronavirus, por gente irresponsable e indisciplinada. Esa gente merece otra clase de gobierno para otra clase de país. Hoy estamos, exactamente igual como estuvimos para perder la Guerra del Pacífico.

 

-         Pocos soldados que hemos señalado en el frente de batalla, mal armados y sin municiones.

 

-         Pueblo dividido y desmoralizado por la corrupción de sus ex mandatarios, donde filipillos, francotiradores, falsos patrioteros y melifluos “disueltos” congresistas, que por todo medio, ven mal los esfuerzos que se hacen y ellos nada aportan.

 

-         También traidores en las propias filas patriotas.

 

-         Políticos y funcionarios robándole al Estado.

 

-         Millonarios inescrupulosos haciendo más dinero, aprovechándose de la tragedia nacional.

 

Las guerras que ha tenido nuestro país no han dejado una lección histórica, porque después de ellas, tampoco hubo un Presidente, un estadista con visión de futuro que haya enrumbado el destino previsor de las nuevas generaciones.

 

El después de una guerra, es el génesis de una historia, como lo es el parto para el ser humano. Una madre no es tal si no ha culminado su tarea de formar, educar, cuidar a su hijo para ser un hombre cabal y útil para la familia y la sociedad. Si al contrario, lo abandona a su suerte, sencillamente ha cumplido su función natural como cualquier ser viviente, como los animales, los reptiles o los insectos. La conducción de un país exige una serie de comprobaciones, actitudes y conductas.

 

Por ello, lamentable y doloroso es donde la pandemia hace sus mayores estragos, porque hubieron irresponsables e indisciplinados que, el único que los salvará es la magnificencia del creador.

 

“Dios desapareció Sodoma y Gomorra, por gusto? NÓ.. Lo hizo por desobediencia de su propia gente”.

 

SAI.

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