El reto de los mercados de la Cuenca del Asia Pacífico. Los títulos de los nuevos tratados sobre administración y negocios, resumen el historial de las condiciones cambiantes de los negocios ligadas a las transformaciones globales económicas y políticas.
Todos
ellos analizan los cambios fundamentales en la situación económica del mundo,
que varía en cierto modo la naturaleza de los negocios y la necesidad de tener
un nuevo paradigma, fundamentalmente un nuevo enfoque y una nueva manera de
pensar para interpretar y abordar las nuevas realidades.
Los
negocios enfrentan una paradoja, tienen oportunidades nunca vistas para
aprovechar los nuevos mercados y entre tanto, los mercados tradicionales
cambian de manera sustancial, reduciéndose o haciéndose intensamente
competitivos. Además, los reducidos márgenes de beneficios paralelos a las
crecientes exigencias del cliente por productos y servicios de calidad,
determinan presiones inexorables en muchas empresas.
Una
realidad apremiante del, empresa que amplió decididamente nuevo enfoque global
es la emergencia de una nueva era de la Competencia, la cual está en ascenso no
sólo por parte de los adversarios tradicionales en los mercados tradicionales,
o de aquellos que entran a un sector económico o industrial específico, sino
también debido a la desintegración de las barreras de los mercados antes
aislados y protegidos.
Las
empresas, hoy en día, ya no limitan su crecimiento a las bases tradicionales de
los clientes. Los banqueros ofrecen servicios de corretaje y seguros. Las
compañías de tarjetas de crédito entraron al territorio antes reservados a los
bancos. Las compañías de seguros mercadean servicios financieros. Las compañías
de alta tecnología venden bienes de consumo a los clientes. Incluso los
servicios de correo nacional están ampliamente comprometidos en el correo
directo y la venta minorista.
De
otra parte, algunas empresas que se expandieron a nuevos mercados han tenido
que atrincherarse a medida que las presiones causadas por la recesión de
comienzos de la década de los años noventa los obliga a “apretarse el
cinturón”, por ejemplo American Express,
que se amplió decididamente en varios negocios financieros y similares,
hace poco tuvo que reconcentrarse en su negocio principal de tarjetas de
crédito.
Las
barreras que separaron los sectores del mercadeo vertical y económico de las
compañías que operaban en ellos, están cayendo rápidamente. La competencia
puede surgir de manera inesperada en cualquier lugar.
Esto
significa que las empresas ya no pueden confiarse demasiado con respecto a sus
participaciones de mercado y a sus posiciones competitivas.
Para
los negocios que enfrentan la reducción de sus márgenes de beneficios, la
capacidad de reducir los costos unitarios de operación y los gastos generales
en estos mercados altamente competitivos se ha convertido en un asunto clave.
Las
ganancias menores con respecto a las eficiencias de unos cuantos puntos
porcentuales, experimentadas durante más de dos décadas, ya no son suficientes
para satisfacer las exigencias de restricción de costos de la década de los
años noventa.
La
apertura de los mercados mundiales ha hecho tambalear muchas corporaciones,
generando virtualmente una masiva restructuración en cada sector de negocios.
Milton
Friedman, premio Nobel por sus trabajos de economía liberal, dijo hace muchos
años que sus teorías podían comprobarse con sólo observar al Japón, y años
después, con mayor conocimiento de la realidad nipona, cambió su modo de pensar con respecto a Japón, por
la realidad de Hong Kong señalando que la colonia británica es la demostración
de los logros del liberalismo.
Los
norteamericanos de la llamada escuela progresista han resaltado la acción
intervencionista y reguladora del Estado, posición que ha influido en
economistas peruanos y latinoamericanos de tendencia similar que postulan que
el Estado debe dirigir y controlar amplios sectores de la economía para ser
eficaz, tal como sostienen que ocurrió y ocurre en el Asia.
Finalmente,
los mercados y sus participantes en constante cambio, ya no existe la
posibilidad de que las empresas establezcan una permanente ventaja competitiva.
Ninguna empresa puede dormirse en sus laureles, cada una debe estar en
constante innovación para competir en éste mundo globalizado.
SAI.
FUENTE:
CAMBIO
DE PARADIGMAS EMPRESARIALES.
Autores:
Don Tapscott & Art Caston. Editorial Mc Graw Hill.


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