VISIÓN DE PAÍS (03)
Cuando todos los días nos enteramos por distintos medios de comunicación, que en el mundo se están produciendo tantos cambios asombrosos que afectan de alguna manera el devenir de los pueblos.
Estos cambios asombrosos generan una nueva apertura y una fugacidad que, en apariencia pueden enriquecer las oportunidades llenas de peligro para la humanidad. Estos rápidos cambios en las relaciones económicas y políticas influyen en todas las naciones y se enfrentan a conceptos tradicionales del pensamiento. Países del Asia, África, Oriente y América, se han convertido en partes integrantes de un gran mercado mundial.
La actual revolución científica tecnológica y ambiental genera entre países y culturas un mayor flujo de información, bienes, ideas y mercados. Los nuevos tratados de comercio e integración resultan de las condiciones cambiantes de los negocios ligados a las transformaciones globales de la economía y la política, como también hacen necesario un nuevo enfoque y una nueva manera de pensar para interpretar y enfrentar nuevas realidades.
Y, a nuestro país, dónde y cómo lo ubicamos?
Las necesarias transformaciones estructurales económicas, sociales, políticas, culturales y medio ambientales que se implementen en nuestro país, deben ser fruto de la toma de conciencia de todos los peruanos, luego de una meditada acepción de un “concepto de Desarrollo” (Visión de País 02) del que tendrán que difundir, analizar y debatir a fin de permitir la participación ciudadana en la toma de decisiones para ese propósito.
En nuestro caso, es imperativo retomar el proceso de descentralización del Estado y Regionalización del País, como instrumentos del Desarrollo que, cuando los tratadistas hablan de este proceso, no hacen mas que recoger los grandes anhelos de millones de peruanos que esperan sostener un verdadero reencuentro con la historia para conseguir una justa distribución de la riqueza.
El Estado descentralizado.
Busca modificar la estructura del poder político y económico, la demarcación territorial con fines de eficiencia y complementariedad productiva, así como la integración de diferentes realidades y pisos ecológicos. Se orienta también a fomentar la retención dentro de espacios menores (regiones) el excedente económico de su actividad productiva.
Esto sería, una seria revolución fecunda, creadora y desburocratizante, dando soluciones regionales a sus problemas regionales. Los gobiernos regionales que se instalen allí serán la genuina expresión y voluntad soberana de las provincias encarnando un mejor futuro. A través de la concertación social, económica y política.
El Estado descentralizado que aspiramos, busca también, la efectiva transferencia democrática del poder de decisión y gestión que restituya a las comunidades campesinas y nativas de acuerdo a la cláusula 69 de la Convención de Ginebra, su histórico derecho al autogobierno, el equilibrio y la compensación entre los pueblos que tienen más recursos y potencial socio-económico y los que menos tienen, procurando que la planificación del desarrollo oriente que los excedentes que se produzcan en cada región sean reinvertidos en ella, a fin de coadyuvar al logro de un mayor valor agregado en la producción regional.
La finalidad imperativa del gobierno regional debe ser el de promover el desarrollo de su jurisdicción, ejecutando proyectos integrales con visión estratégica de desarrollo regional.
Los gobiernos regionales deben encaminar el impulso de la integración geográfica, económica, política, social, educativa, cultural y medio ambiental, logrando la especialización productiva, a fomentar la racional y equitativa explotación, uso y distribución de los recursos.
Por ello, retomemos el proceso de descentralización mediante la regionalización como instrumentos del desarrollo regional y nacional.
FUENTE.
La Región asumiendo su desarrollo.
Eudoro Terrones Negrete.1990

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