|
I)
OBJETO: Declarar de Interés Regional y de Necesidad
Pública. La propuesta Macroregional, denominada: “Región Centro Sur Meridional” |
|
II)
JUSTIFICACIÓN: El
mundo del Siglo XXI genera entre países y culturas un mayor flujo de información,
bienes, ideas y mercados. Los nuevos tratados de comercio e integración
resultan de las condiciones cambiantes de los negocios ligados a las
transformaciones globales de la economía y la política. Todos
estos cambios fundamentales en la situación económica y social del mundo,
hacen necesario un nuevo enfoque y una nueva manera de pensar para
interpretar y enfrentar nuevas realidades. Las
transformaciones económicas, sociales, culturales y políticas que se
implementen en nuestro país, deben ser fruto de la toma de conciencia de los
peruanos luego de una meditada acepción de un “concepto” de desarrollo el que
tendrá que difundirse, analizar y asumir para un país como el nuestro, a fin
de crear “conciencia” y permitir la “participación” ciudadana en la toma de
decisiones. En
nuestro caso, los procesos de Descentralización y Regionalización iniciados
después de nuestra independencia de 1821 siguen siendo la respuesta válida a
nuestro desarrollo. Por ello, cuando los tratadistas hablan del Estado
descentralista, no hacen más que recoger los grandes anhelos de millones de
peruanos que esperan sostener un verdadero encuentro con la historia para
conseguir una justa distribución de la riqueza. La
presente iniciativa regional, confronta la realidad nacional con las
relaciones de comercio e integración internacional, con países
potenciales en el marco de la
globalización mundial y la apertura de oportunidades de comercio con la
Cuenca Asia – Pacífico (habitan el 52% de la población mundial y concentra el
56% del comercio mundial) donde los conceptos de rentabilidad y
competitividad, incorporados a la educación y cultura, son agentes
generadores de la riqueza de nuestros pueblos. En
agosto de 1992, en la ciudad de Brasilia, los presidentes Fernando Cardoso
(Brasil) y Alberto Fujimori (Perú) firmaron el Convenio de Cooperación,
Integración y Comercio Brasileño Peruano con el objetivo de convertirlo en el
mecanismo de fortalecimiento del Mercado Común del Sur – MERCOSUR. Pero, sin
mayores perspectivas ni ventajas para el Perú y particularmente para los
pueblos de esta parte sur meridional de nuestro país. Entonces
es necesario elaborar una estrategia de desarrollo, como respuesta, que
confronte al desafío del crecimiento brasileño, que por su mayor nivel per
cápita haría peligrar o empeorar la escasa economía de nuestros pueblos. La
iniciativa macro regional: “Región
Centro Sur Meridional” responde a las exigencias de atención
gubernamental de dos grandes “Ejes Estratégicos” o llamados “Corredores socio
económicos”. El Eje “Centro
Sur Meridional Peruano” que conforman las jurisdicciones de los
pueblos del departamento Ica, que por su ubicación geopolítica y estratégica,
tiene la privilegiada capacidad de convergencia con los pueblos de los
departamentos de Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Arequipa, Cusco y Madre de
Dios, uniendo pisos ecológicos de forma transversal en la necesidad de crear
una economía de resistencia frente al reto de la integración y crecimiento
económico del gigante vecino meridional. Y, el Eje “Radial Múltiple Brasileño”
que conforman los pueblos de los Estados de Acre, Rio Branco, Porto Velho,
Mato Grosso, Rondonia y Amazonas. Este espacio geopolítico en paralelo al
nuestro, debe implementarse una estrategia que promueva y priorice la
ejecución de proyectos integrales en cuencas hidrológicas que garanticen el desarrollo
socio económico de nuestros pueblos. En
el Perú, existe un desconocimiento del valor geopolítico de la ubicación de
nuestro país en el continente sudamericano y las múltiples potencialidades
que posee; por lo tanto, las decisiones gubernamentales que se han tomado, no
han sido las más eficaces para la defensa y protección de nuestros intereses
nacionales. Se
ha tenido una visión estrecha del mundo, carente de una proyección de futuro
y del uso racional de nuestros recursos. Nuestro
país, ubicado geográficamente en la parte central y occidental de América del
Sur, geopolíticamente se sitúa ventajosamente con relación al resto de países
de Latinoamérica, que puede proyectarse con grandes posibilidades hacia las
distintas cuencas existentes a nivel mundial. El
valor y el significado de nuestro país, lo proporciona esta visión geo
estratégica que le da sentido y dirección a la acción proyectiva que debe buscar construir una sociedad
articulada al contexto internacional, buscando acrecentar los vínculos
diplomáticos y económicos con las naciones del mundo, en aras de atender las
múltiples necesidades de aquellos y satisfacer las nuestras. Este
es el mandato imperativo del destino
de nuestros pueblos, en ésta parte del país, cuya respuesta es la creación
esperanzadora de la “Región Centro Sur Meridional”. |
|
III)
BASE LEGAL: -
Constitución Política del Perú.
Capítulo XIV De la descentralización, las regiones y las municipalidades. -
Ley 27680 Ley de la
Descentralización. -
Ley 28390 Ley de Reforma
Constitucional. -
Ley 27683 Ley de Elecciones
Regionales. -
Ley 27783 Ley de Bases de la
Descentralización. -
Ley 27795 Ley de Demarcación y
Organización Territorial. -
Ley 27867 Ley Orgánica de Gobiernos
Regionales. -
Ley 27902 Ley del Fortalecimiento del
Proceso de Descentralización y Regionalización. -
Ley 28013 Sobre los Consejos de
Coordinación Regional. -
Ley 28056 Ley Marco del Presupuesto
Participativo. -
Ley 28056 Ley Marco de Promoción de
la Inversión Descentralizada. -
Ley 28274 Ley de Incentivos para la
Integración y Conformación de Regiones. -
Ley 28273 Ley del Sistema de
Acreditación de Gobiernos Regionales. -
Decreto Legislativo 1362 Ley Marco de
Promoción de Inversión Privada mediante Asociaciones Público Privadas y
Proyectos en Activos. -
Ley 27444 Ley General de
Procedimientos de la Administración Pública. -
Ley 26702 Ley General del Sistema
Financiero y Sistema de Seguros. -
Ley 29440 Ley de Sistema de Pagos y
Liquidación de Valores (Sistema de Liquidación Bruta en Tiempo Real). |
|
IV)
BENEFICIARIOS: Los
beneficiarios directos de los logros del desarrollo socio económico integral
y sostenido de la Macro Región, denominada “Región Centro Sur Meridional” serán los 5’120,987 habitantes de
las 54 provincias, distritos, centros poblados y/o comunidades que pertenecen
a 07 departamentos: Ica, Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Arequipa, Cusco y
Madre de Dios, que significan el 15% de la población total del país. Los
beneficiarios indirectos de estos logros, son los 28’037,390 habitantes
(84.56%) del resto del país. Este
espacio geo económico de Costa, Sierra y Selva, ofrece las condiciones
adecuadas para favorecer inversiones nacionales y extranjeras, que generarían
empleo pleno directo, indirecto y colaterales para atender el mercado interno
regional. |
|
V)
FINALIDAD: Desarrollar
una visión estratégica de desarrollo regional integral y sostenido en la
consecución de logros en el orden económico, social, cultural y tecnológico
en los campos de una amplia variedad de yacimientos mineros. La pesca es una
actividad productiva muy significativa e importante de exportación. El sector
acuícola viene aprovechando las ventajas de disponibilidad de diversas
especies, con un nivel de producción de recursos hidrobiológicos congelados
como truchas, conchas de abanico, langostinos, tilapias y paiches de la
selva. La
gran biodiversidad y su clima es una suerte de invernadero natural que
permiten el desarrollo de diversos cultivos agrícolas autóctonos interesantes
como el espárrago, café, cacao, banano, orgánico, kiwicha, tarwi, cañihua,
cocona, guanábana, chirimoya, habas y maíces, papa, camote, aguaje, camu
camu, entre otros productos. Buena
parte de su territorio está cubierto por bosques, con productos forestales
como madera de balsa, goma balata, caucho y una variedad de plantas
medicinales. Las
reservas turísticas de la región de connotación mundial serán potenciadas y
darles valor agregado para obtener mayor rentabilidad. Todo
este desarrollo productivo beneficiará a la región en general para atender
las necesidades del mercado interno y las demandas de atención para la
exportación. |
|
VI) ANÁLISIS COSTO BENEFICIO: Siendo
ésta una propuesta de Acuerdo de parte del Consejo Regional del GORE Ica para:
“Declarar el Interés Regional y Necesidad Pública la propuesta de creación de
la: Región Centro Sur Meridional” que constituye el clamor Macroregional de
los pueblos de esta parte del país y es en realidad una necesidad
geopolítica, para alcanzar a mediano y largo plazo su desarrollo. Si
realizamos un balance cuantificable que acredite los beneficios tangibles
parta el país, veremos que la aprobación de la presente iniciativa es
ampliamente favorable para su aprobación. Uno
de los primeros resultados objetivos que deben alcanzarse a partir de la
aprobación Declarativa, es llamar la atención a nivel nacional respecto a la
necesidad estratégica de contar con una Macro Región que compita
ventajosamente con expectativa mundial frente a otras regiones del Perú. Su
aprobación no implica modificación alguna de la legislación existente, debido
a que es una propuesta declarativa y las consecuencias a futuro de su
aprobación en el ordenamiento legal nacional, será la aprobación y creación
de otras Macro regiones con la misma finalidad y objetivos, de acuerdo a la
Constitución Política del Perú y leyes vigentes de la materia. |
|
VII) IMPACTO SOCIAL, ECONÓMICO Y POLÍTICO: Siendo
el desarrollo regional un proceso de consecución de logros, que implica la
necesidad de cambios estructurales en los campos de la economía, en la
cultura, en la organización social y política a través de una movilización
del esfuerzo interno, la “Declaración de Interés Regional y
Necesidad Pública” de la propuesta de creación de la “Región Centro Sur Meridional” tiene como
consecuencia impactos en el campo social, económico y político. En
lo Social, los pueblos provincianos adquieren un nivel de conciencia
colectiva de participación ciudadana organizada, asimilando el concepto de
desarrollo regional, fines y estrategias. En
lo Económico, la sociedad civil organizada contribuirá en la presentación de
propuestas, proyectos y programas integrales y/o alternativos al Plan
Nacional de desarrollo, Regional y local, instrumentalizando la inversión
pública y privada. En
lo Político, la población se interesará en la capacitación política cultural
para participar democráticamente en el acceso a la gestión gubernamental. |
|
VIII) TEXTO DE LA PROPUESTA REGIONAL: “Región
Centro Sur Meridional” ___________________________ Prólogo. Edición Premium.
2018 Ing. GUSTAVO ECHEGARAY AGUIRRE Consultor en Descentralización y Derechos Humanos. En algún
lugar, Saint-Exupéry escribió que no se trata tanto
de anticipar el futuro, si no de facilitarlo. Es cierto que el escritor vivió cuando la extraordinaria revolución del conocimiento no se había
dado y las semillas que podrían permitir que floreciera una estética del cambio, estaban aún
germinando. Sin embargo, su afirmación nos plantea una inquietud muy real, magnificada por los turbulentos procesos de transformación que experimentamos en la transición a un nuevo siglo: ¿Estamos facilitando nuestro futuro o, por
el contrario, lo estamos entorpeciendo? El
futuro contiene una amplia gama de posibilidades favorables por identificar, explorar y explotar, siempre y cuando
tengamos la capacidad de imaginarnos situaciones
mejores a la actual y de buscar formas y maneras de contribuir con propuestas que nos acerque a ellas. En
el presente caso, conozco a Santos Alejos Ipanaqué, desde hace
muchos años como consultor en temas
de Descentralización y Regionalización y, por su trayectoria en el proceso de regionalización que
se vive en la zona
del sur medio
del país desde 1987, cuando la Corporación Departamental de Desarrollo
Ica, CORDEICA, lo designó
Presidente de la Comisión, que elaboró el proyecto de creación de la Región Libertadores Wari que comprendía los
departamentos de Ica, Ayacucho y Huancavelica. La
presente obra es una visión y una contribución que pretende responder a las exigencias en los importantes ejes de
desarrollo o llamado corredor económico, social
y cultural que bien denomina Santos como
macro Región Centro Sur Meridional Peruano, conformado por los pueblos de: Ica, Ayacucho, Huancavelica, Arequipa, Apurímac, Cusco y Madre de Dios;
asumiendo la idea primigenia del
geógrafo Javier Pulgar Vidal en el año 1984 diseñada en su Plan de Demarcación Geográfica del Perú. La
pertinencia de ésta propuesta radica en el enfoque de las nuevas relaciones de comercio e integración que promueven países
vecinos al nuestro. La Infraestructura vial y
productiva concretada o en vías de concreción, que se muestran como oportunidades tangibles para lograr
una integración macro
regional con éxito. En
ese sentido, tenemos de alguna forma una infraestructura vial que ahora articula los principales puertos del
sur, no solo a nivel de país sino a nivel internacional
como Brasil y Bolivia, la construcción del gasoducto sur peruano, el impulso franco
de nuevos proyectos mineros como Las Bambas en Apurímac, el IIRSA en Cusco, etc, son el mejor ejemplo. Es importante resaltar la necesidad de crear en ésta parte
del país, una economía de resistencia ante el
desafío que nos confronta Brasil
con sus Estados: Acre, Río Branco, Porto Velho,
Rondonia, Amazonas y Mato Grosso. Una economía que fomente, promueva y priorice el desarrollo económico, social y cultural
de los pueblos del Perú; que proteja y defienda nuestros recursos naturales, su biodiversidad, su medio
ambiente, como los derechos humanos, civiles y económicos
de los peruanos. Es de particular importancia señalar, que dentro
de sus limitaciones, este documento contribuirá al debate sobre
el proceso de descentralización del
Estado y regionalización del País, donde los actores sociales,
económicos y culturales involucrados, serán quienes validen la presente propuesta. Reconozco y felicito a Santos Alejos
Ipanaqué por su significativo aporte
ciudadano. ___________________________________ Palabras del Autor.
Edición Premium. 2018 “NO SOY INTELIGENTE, soy curioso.” Albert Einstein. Premio Nobel
de Física 1921
Memorias 1879 – 1955. Cuando,
por las mañanas leemos el periódico y por las noches vemos los noticieros, nos damos cuenta que en el
mundo, se están produciendo tantos cambios
asombrosos que afectan de alguna manera el devenir de los pueblos, como en nuestra vida personal y familiar. Estos
cambios asombrosos generan una nueva apertura y una fugacidad que, en apariencia pueden enriquecer las
oportunidades llenas de peligro para la humanidad, los países, las instituciones y para nosotros mismos. Los
cambios en las relaciones económicas y políticas influyen en todas las naciones y se enfrentan a conceptos
tradicionales del pensamiento. Países del Asia, Europa,
África, Oriente y América, se han convertido en partes integrantes de un mercado comercial mundial. El mundo
del siglo XXI genera entre
países y culturas un mayor flujo
de información, bienes,
ideas y mercados. Los nuevos tratados de administración, resumen historial de las condiciones
cambiantes de los negocios ligados a las transformaciones globales de la economía y la política. Todos
ellos analizan los cambios fundamentales en la situación económica y social
del mundo, en la naturaleza de los negocios y en la necesidad de tener un nuevo paradigma; fundamentalmente un nuevo
enfoque y una
nueva manera de pensar para interpretar y enfrentar nuevas realidades. Las transformaciones económicas, sociales, políticas y
culturales que se implementen en
nuestro país, deben ser fruto de la toma de conciencia de los peruanos, luego de una meditada acepción de un concepto
de desarrollo del que tendrán
que difundir, analizar y debatir, a fin de crear la necesaria conciencia del desarrollo
y para la participación ciudadana en
la toma de decisiones. El conocimiento adquirido en la materia, me permite volcar
en el presente trabajo, mi concepción doctrinaria sobre
Regionalización del País,
concibiéndola como instrumento básico para la Descentralización del Estado. Por eso, cuando
los tratadistas hablan
sobre Estado descentralista, no hacen más
que recoger los
grandes anhelos de millones de peruanos que ansían la regionalización y esperan sostener un verdadero encuentro con la historia para conseguir una justa redistribución de la riqueza. Para gobernar una región o
un país como el nuestro, se requiere del conocimiento,
imaginación y el deseo de hacer
bien las cosas, que encierran, la
condición del verdadero desarrollo, si paralelamente a la gestión
de gobierno, se aplica una inflexible y radical política de moralización.
Este trabajo, estoy seguro, será comentado no sólo a nivel local
o regional, sino nacional, por lo novedoso del tema que servirá de base para elaborar una Estrategia de
Desarrollo Macro Regional, en esta parte
de país. El enfoque de esta propuesta, es una nueva
y estratégica confrontación de la
realidad nacional con las relaciones internacionales de comercio e integración de países considerados
mercados potenciales en el marco de la globalización mundial y la apertura de oportunidades de comercio con
la Cuenca del Pacífico, en el que, el conocimiento, los conceptos de rentabilidad y competitividad, incorporados a la educación y cultura, son agentes generadores de riqueza de nuestros
pueblos. INTRODUCCIÓN Los procesos de Regionalización del País y
Descentralización del Estado, constituyen
principales medios para alcanzar cierto grado de desarrollo equilibrado y sostenido de los distintos pueblos de nuestro país, con una racional ocupación del territorio nacional que
responda a las necesidades del desarrollo y de seguridad nacional, como en el uso
racional de sus recursos y la
soportabilidad de los ecosistemas; a fin de consolidar regiones integradas. Para ello se debe localizar y dinamizar las actividades
industriales en base a especializaciones productivas
como la agricultura, pesquería, minería
y turismo, lo cual supone distribuciones de la población y la aplicación de una política económica y de inversiones que la viabilice. Como objetivo nacional, dentro de las Políticas de
Estado, se debe plasmar un modelo
de desarrollo endógeno y autosostenido que, en lo interno promueva la integración nacional y la ocupación
eficiente y racional del territorio que genere los recursos necesarios para el bienestar colectivo, con un estilo que
responda a nuestras necesidades y posibilidades
propias; y consolide la identidad nacional; y, en lo externo a través de la integración
latinoamericana que permita la reinserción
internacional. En tal proceso
de integración, la fronteriza, deberá
plasmarse binacional o multinacionalmente constituyendo en ésta parte
del país una región de integración,
comercio y de seguridad nacional con valor geopolítico del eje “centro sur meridional” ubicado en
el espacio de los departamentos de
Ica, Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Arequipa, Cusco y Madre de Dios, frente al eje “radial múltiple”
brasileño de los Estados Acre, Porto Velho, y Rio Branco.
Y colateralmente, los Estados de Amazonas, Rondonia y Mato Grosso. Esta coincidencia de intereses brasileños y peruanos
está cambiando el viejo orden
geopolítico en el Pacífico sudamericano. Ecuador es cada
vez más menos aliado de
Chile, que no solo ha perdido su pretensión de ser aliado del Brasil, sino que continúa enredado en su eterno
problema con Bolivia, un país que
es hoy muy importante para el Brasil. Además, Chile ha culminado una disputa marítima con el Perú
que es un país estratégico para la presencia del Brasil en el Pacífico. Chile está así
convertido en un bastión
geopolítico solitario, y armado hasta los dientes, parece una suerte de Israel sin enemigos reales. Desde que terminó la guerra con Chile, nunca ha
existido un reacomodo geopolítico
sudamericano tan favorable a los intereses peruanos, como por ésta alianza estratégica con el
Brasil que debe seguir expandiéndose a
nuevas áreas hasta lograr que el Perú y Brasil sean una nueva entidad geopolítica que
atraviese Sudamérica desde
el Atlántico hasta
el Pacífico. Para lograr esto, hay que ser realistas, no solo
aceptar la imparable hegemonía del
Brasil, sino compartirla. Entonces, el objetivo primordial de nuestra diplomacia debe ser la expansión de la alianza estratégica con Brasil.
Esta no debe limitarse a carreteras y desarrollo energético sino ir más allá. Un nuevo paso podría ser la
creación en las costas peruanas de facilidades portuarias para joint ventures peruanas-brasileñas que exporten al Asia y también a California. Además, es indispensable extender la alianza
estratégica hacia una estrecha
cooperación militar. No existe en el mundo ninguna verdadera alianza
estratégica sin el componente militar. Las marinas del
Perú y del Brasil
deberían ser socias estratégicas, hacer maniobras conjuntas en el Pacífico y contar con un apostadero
común en nuestras costas para proyectar
ambas, un poder en el Pacifico. También nuestro ejército y aviación deberían establecer una estrecha asociación estratégica con sus
pares brasileños en la región
amazónica. Si el Perú se convierte en un socio
de la imparable hegemonía sudamericana del Brasil compartiendo
económica y militarmente el Pacífico, habremos obtenido, por primera vez en
nuestra historia, una decisiva ventaja estratégica y geopolítica en la región
internacional. El economista
peruano
Fernando
González
Vigil, Profesor de la Universidad del Pacífico y de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. Miembro Asociado del Instituto de Estudios
Internacionales, escribió en la Revista 64 Agenda Internacional lo siguiente:
“PERÚ Y BRASIL: Hacia una Asociación
Binacional”, donde expresa “…De vecinos cordiales pero distantes, a una asociación binacional
estrecha, por un desarrollo conjunto que fortalezca a América del Sur desde
su parte céntrica e incremente las ventajas competitivas de los dos países en
una economía mundial que cada vez más se globaliza y regionaliza
simultáneamente. Este es, en pocas palabras, el mensaje de este trabajo. En lo que va de esta década el Perú ha impreso un
nuevo giro y dinamismo a sus relaciones con países limítrofes; con Bolivia
muy especialmente, aunque también con Ecuador, con Chile y recientemente con
Colombia. En contraste, escasa ha sido la iniciativa gubernamental respecto
al Brasil. Cierto es que se suscribió, el 31 de diciembre de 1993, un nuevo
Acuerdo de Complementación Económica. Pero este tipo de acuerdo puede
celebrarse, en principio, con cualquier país latinoamericano miembro de la
ALADI; no siendo, por tanto, señal cierta ni fidedigna de la existencia de
una voluntad de entablar una relación especial y diferenciada con algún país
de la región en particular. Esta es, precisamente, la suerte de voluntad que
debiera animar a la relación peruano-brasileña; porque a ese país, le une la
más larga de nuestras fronteras, por estar esa frontera sobre un área de
altísima importancia estratégica continental y global como es la Amazonía, y
por ser el Brasil la principal potencia económica y política del
subcontinente sudamericano. Estos atributos del Brasil han despertado tradicionalmente
recelos en el Perú, al igual que en otros países de la región. Recelos
explicables y hasta normales por cierto; pero lo anormales que hasta ahora no
hayamos podido administrarlos con sentido constructivo, instrumentándolos
sagazmente para convertirlos en imanes de un agresivo empeño por atraer a ese
gran país vecino al terreno solidario del desarrollo conjunto y la seguridad
compartida. No es mera casualidad que las regiones que se desarrollan y
preservan o expanden su influencia internacional sean aquellas que reconocen
a las potencias existentes en su seno el papel de liderazgo regional que les
corresponde, y establecen con éstas dinámicos procesos de cohesión e
interdependencia autocentradas. Este ha sido el caso, en las últimas décadas, de
Europa Occidental con Alemania, y del Asia-Pacífico con Japón. Esos
reconocimientos de liderazgos regionales no han impedido a la mayor parte de
los países de esas regiones salvaguardar sus intereses nacionales y progresar
individualmente, pues los múltiples vínculos que los entrelazan en pro del
bienestar regional no han sofocado la competencia económica entre ellos ni
han subvertido la identidad y seguridad política de cada país en particular;
como tampoco dichos reconocimientos implican un ingenuo olvido de los
sangrientos conflictos del pasado. Más aún, esas dos regiones y sus
respectivas potencias regionales han sabido conducir sus sendos procesos de
cohesionamiento interno sin ponerse de espaldas al mundo en general y sin
desconocer el liderazgo global que le corresponde a superpotencias como los
Estados Unidos. Por el contrario, esos esfuerzos de cohesionamiento regional
han ido de la mano con la asunción de protagónicos papeles en la
globalización económica y política, y con el cultivo de vínculos cooperativos
e incluso de alianzas con la superpotencia en aras de la estabilidad y
seguridad del sistema mundial. Es de imperiosa urgencia, en verdad, que América
del Sur asimile cabalmente esas experiencias regionales exitosas y venza su
reticencia a hacer lo propio, dejando de mezquinarle al Brasil el papel de
potencia subcontinental que obviamente le compete. Pues no solo la historia y
la geografía, con sus determinantes selectivas pero contundentes, sino sobre
todo los escenarios prospectivos que racionalmente se abren a futuro a la luz
del emergente contexto regional y mundial, señalan que la apuesta más sensata
para Sudamérica es construir aceleradamente su cohesionamiento interno a fin
de sacarle un máximo provecho tanto a sus relaciones con el mundo en general
(las que deberán ser abiertas y lo más diversificadas que sea posible) como a
su creciente integración con América del Norte en particular. Las posibilidades de este cohesionamiento
«endógeno» dependen crucialmente de que Brasil y Perú, ubicados en la parte
central del subcontinente, decidan trabajar juntos con diligencia y visión. Ambos países deben asumir esta enorme
responsabilidad, el primero despojándose de actitudes autosuficientes y
superando el segundo sus atávicos recelos. Estos se escudaban antaño tras el
argumento de que Brasil miraba al Atlántico y no estaba interesado en
nosotros. Ahora se perpetran tras el argumento de que al Brasil sólo le
interesamos como pasadizos para su proyección a la Cuenca del Pacífico. No
cabe duda que algún fundamento han tenido, y tienen aún, esos argumentos.
Pero, de cualquier modo, el problema reside en el exceso de cautela y
parsimonia que han generado de nuestra parte. Otros países sudamericanos como Colombia y
Venezuela, y hasta Chile y Ecuador que no limitan con el Brasil, están
estrechando vínculos con ese país. El tradicional temor al “hegemonismo brasileño”
parece que ya no pesa igual en el ánimo de aquellos países vecinos. Menos aún
debiera pesar dicho temor en el ánimo actual del Perú, pues además de que
nuestro país también tiene mucho que ganar de una proyección a la Cuenca del
Pacífico que incluya al Brasil, otras consideraciones resultantes del
contexto regional y mundial contemporáneo, llevan a revalorizar la
importancia intrínseca del espacio que, confieren a la convergencia
peruano-brasileña un valor estratégico propio e independiente de proyecciones
extra-subcontinentales. El sustento para una relación especial o
diferenciada entre Perú y Brasil reside precisamente en que está creciendo la
relevancia económica y política de cada uno para el otro; en que se están
gestando las condiciones objetivas para una relación de mutua necesidad y no
de simple instrumentación para catapultarse hacia terceros. El diseño
estratégico de una relación de este tipo, además de incluir temas de rigor
corno los contemplados en el reciente “Acuerdo de Complernentación Económica
Bilateral” (comercio, inversiones, productiva, promoción de negocios
conjuntos, turismo, etc.), debe incorporar la formulación de respuestas
comunes a desafíos que plantea el nuevo contexto regional y mundial en
asuntos de fondo como, por ejemplo, reforma económica y competitividad, estabilidad
y cohesión social, Amazonia y seguridad colectiva, interconexión física
bioceánica y bloques regionales. A continuación mencionaremos, tan sólo algunos
aspectos principales referidos a esos desafíos: a) Reforma Económica y
Competitividad. Se ha configurado un amplio consenso en la región en favor de
la apertura y liberalización económica; consenso del que participan Brasil y
el Perú. Evidentemente, el verdadero objetivo buscado es el desarrollo
económico sostenido; la apertura y la liberalización sólo son medios para
lograr dicho objetivo. La teoría económica y las experiencias exitosas de
otros países enseñan claramente que la industrialización interna y la
competitividad internacional, sustentadas en especializaciones, acordes con
las ventajas comparativas y dinamizadas por crecientes habilidades
tecnológicas y de gestión empresarial, constituyen la clave para la
consecución del desarrollo económico sostenido. Esta es la mayor aspiración económica de nuestros
pueblos; Brasil y el Perú tienen ante sí un vasto campo de cooperación en la
materia. Pues hoy en día ya pocos discuten que para conseguir esos objetivos
se requiere de un cambio estructural integral y profundo, que comprende tanto
la estabilización y saneamiento macroeconómico como de una serie de reformas
de carácter micro y meso económico. Desde 1990 el Perú ha avanzado
notablemente en lo primero; saltan a la vista los éxitos del programa
económico peruano. Las reformas micro y meso económicas, empero, todavía
están en sus etapas iniciales; mucho queda por hacer aún para que se
generalice la existencia de mercados competitivos y de hábitos empresariales
de innovación y excelencia productiva. Brasil, en cambio, tiene aún por delante la tarea
de estabilizar su economía y resolver algunos desequilibrios macroeconómicos
pero, en contrapartida, posee el aparato industrial y tecnológico más sólido
y el sector exportador más pujante de Sudamérica. Pese a sus desbalances
macroeconómicos de los últimos años, el Brasil está afortunadamente
desmintiendo aquellas críticas que le enrostraban que la mayor parte de su
sector productivo estaba infectado por competitividades «espúreas». No sólo
las grandes empresas, sino también muchas medianas y pequeñas, se están
haciendo presentes con éxito en los mercados internacionales más exigentes,
contribuyendo así a abultar el superávit de la balanza comercial brasileña. Estimo que, esta suscinta comparación, de los
respectivos logros y tareas pendientes en materia de reforma económica y
competitividad, es suficiente para sugerir los términos en que podría
entablarse una fructífera cooperación peruano-brasileña al respecto. Esta es la
66 Agenda Internacional, un área donde la acción central debe naturalmente
recaer en los sectores privados de ambos países, con los respectivos
gobiernos proporcionando coordinadamente el marco regulatorio y las medidas
específicas que propicien la cooperación empresarial binacional. Si los recursos disponibles limitan las
posibilidades de préstamos e inversiones cruzadas en el corto plazo, cuando
menos convendría que sin dilación se intensifique la cooperación en materia
tecnológica, de gestión empresarial y de comercialización externa.
Paralelamente se pueden reforzar los vínculos gremiales y avanzar
progresivamente hacia fórmulas imaginativas de asociación de dos importantes
países convergentes entre el Pacífico y el Atlántico...” 1.- VISIÓN ESTRATÉGICA DEL DESARROLLO 1.1 Descripción. En países como el nuestro, el desarrollo significa un proceso de consecución de logros cualitativos y cuantitativos en el orden
económico, social, político
y cultural que conlleva a elevar la calidad de vida del poblador y a su realización, como persona humana. Con el correr de los tiempos, el nombre Perú viene a
ser sinónimo de tierra de oro, tierra
de promisión, tierra
de la abundancia, también tierra de justicia. Esto
no lo dicen los historiadores; los geógrafos nos
dicen que Perú
significa tierra y humanidad singulares, excepto el hombre. Luís E. Valcárcel nos ubica en la exacta
dimensión de nuestro propio espacio y tiempo al decirnos: “… la palabra PACHA tiene una significación trascendental que significa -Animador
del Universo- la madre tierra es Mama
Pacha o Pacha Mama, en el que, MAMA significa Espacio y PACHA significa Tiempo. Entonces
encontramos que la palabra Perú,
está constituida por elementos
permanentes que nos vienen del pasado, que viven grávidos de posibilidades en el presente y que se
proyecta hacia el futuro con sentido
creador. Sin embargo, hay un sentido de pesar en
quienes valoramos muy en alto la dignidad de nuestro pueblo.
Este pueblo que construyó Macchu
Pichuc, el Qapac Ñan, los
Andenes, los Canales de Irrigación, etc. El pueblo que organizó el Estado más moderno de esta parte de América. Esto,
al margen de la cultura
occidental sin utilizar conceptos y elementos ajenos a nuestra
idiosincrasia, legándonos el Ama Qella,
Ama Llulla, Ama Sua. Fuerzas espirituales, morales
y físicas son las que necesitamos los peruanos
para construir el mejor destino y engrandecimiento de nuestro pueblo. Para ello, necesitamos otra vez
del poder de la inteligencia creadora y del trabajo
que son viejas
fuerzas de milenio de bases territoriales y humano. El centralismo, en el que sigue inmerso
el Perú. Ha generado desigualdades en las condiciones materiales
de vida; acentuando cada vez
aquella expresión: “en nuestro país, hay quienes tienen mucho, quienes
tienen más o menos, quienes
tienen poco y quienes nada
tienen” porque
el centralismo ha generado un patrón de desarrollo desequilibrado y amorfo que ha originado a su vez un fenómeno social, un
crecimiento desigual de los pueblos
al interior del país, en términos poblacionales, económicos y productivos. Y es que los peruanos no hemos
redescubierto nuestra originalidad, nuestra
identidad, aceptando que unos mandan desde Lima, sin mirar el país, alejados del destino nacional. Debemos recordar que nuestro pueblo
es esencial y mayoritariamente mestizo, rural y marginal. ¿Dónde estaba el gran imperio
de los incas?
En la sierra.
¿Dónde se decidió
la independencia de América? En
la sierra, Ayacucho. ¿Dónde resistió el Perú a los invasores chilenos? En la sierra, Pucará,
Marcavalle, y Concepción. Entonces es allí,
donde debe librarse la batalla por la justicia de los pueblos. La revolución contemporánea es el impulso de la evolución
por lo que se debe reconocer el
valor y voluntad de la gente de abajo, que es la inmensa mayoría, dándoles responsabilidades en igualdad de condiciones y con
una conciencia histórica de su
propio desarrollo. Es importante recordar a nuestros pueblos
y comunidades, que se encuentran ubicadas en zonas urbana, marginal, rural,
andina y nativas que siguen teniendo en sus manos, parte sustantiva y
trascendental de la historia del Perú. Nuestro país, tiene en sí, la tarea
histórica de superar problemas complejos de una sociedad particularmente
heterogénea, falta de integración y potencialmente dependiente del exterior,
que nos impone a todos los peruanos el camino audaz del cambio estructural
con justicia social, por el desarrollo y por la independencia nacional. Esta obra constituye una contribución de
esa voluntad de carácter general, con el propósito de interesar una
concepción y una estrategia de desarrollo a la luz de las nuevas condiciones
étnicas, sociales, económicas, culturales, ecológicas y políticas del país. El
Centralismo Desde el inicio de la vida republicana,
los peruanos tuvimos por desgracia histórica un tipo de Estado sujeto a una
clase social privilegiada y dominante, entreguista e inepta, sin entender ni
atender las necesidades y reclamaciones de las mayorías de la población. Este tipo de Estado de minorías fue
portavoz y defensor de los intereses foráneos, brazo incondicional de la alta
burguesía ligado a la dirección de zigzagueantes tecnócratas. Las diferencias sociales, desigualdades,
privilegios e injusticias son evidentes, porque se expresan en la injusta y
desigual manera de distribución de los recursos y de la riqueza nacional. Centralismo
limeño. Lima, “es el ombligo del Perú desde 1535”
- LA REGIÓN ASUMIENDO SU DESARROLLO –
Eudoro Terrones Negrete.1991. “..Aquí residen las
cabezas del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo, del Poder Judicial, de la
Iglesia, y de la Fuerza Armada, donde se concentra el –poder de las
decisiones- político, económico, administrativo, social, cultural y
tecnológico que la convierte en cosmopolita, privilegiada, codiciada por los
provincianos que viven aún la edad del
barro y paja. El centralismo limeño, con el correr de
los años, ahogó todo tipo de iniciativas que provenían del interior del país.
Consolidó una macro estructura económica, política, social y cultural de
dominación, de paternalismo asfixiante y de dependencia interna. Todo en
Lima, nada sin ella. La limeñización del Perú
incuestionablemente frenó las posibilidades de concertación efectiva y
oportuna entre los organismos públicos, entes empresariales privados y
representantes del sector laboral para determinar y ejecutar programas de
desarrollo integral de los pueblos marginados. Lima es además, una gran ciudad, no
solamente por su preponderancia política centralista, una de las causas de la
despoblación de las provincias, sino por su base económica. Pero Lima, también concentra altos índices
de contaminación ambiental, de tugurización, de congestión vehicular, de
crecimiento acelerado de lacras sociales. También presenta un alarmante
deterioro en los índices de calidad de vida de los asentamientos humanos, llámense
cinturones de miseria. Centralismo
departamental La división política del territorio
peruano surgió sobre la base de la división político-administrativa realizado
en la Colonia. La Intendencias coloniales fueron el “punto de partida de los
primeros departamentos republicanos (Alfredo Stecher). Los pueblos, de los departamentos de la
Costa, necesitan tanto de los de la Sierra, y los de la Sierra, necesitan de
los de la Costa; como que, ambos, necesitan de los de la Selva. Y, ésta a la
vez, necesita de los de la Sierra y de la Costa. Los departamentos del Perú, tienen algo
peculiar que los caracteriza y diferencia unos de otros: costumbres, usos,
tradiciones, formas de vida, heterogeneidad de pisos ecológicos, recursos
naturales, potencial socio-económico, nivel de integración territorial y
cultural, entre otros, por si idiosincrasia. José Carlos Mariátegui -7 ENSAYOS DE
INTERPRETACION DE LA REALIDAD PERUANA 1928- sostiene que -el departamento es
un término político que no designa una realidad y menos una unidad económica
e histórica. El departamento, sobre todo, es una convención que no
corresponde sino a una necesidad o un criterio funcional del centralismo-. En 1821, existían cuatro departamentos. En
1822 once. En 1825 siete. En 1834 ocho. En 1850 once. En 1857 trece. En 1862
catorce. En 1876 dieciocho. En 1904 veintiuno. En 1906 veintidós. En 1912
veintitrés. En 1934 veinte. En 1936 veintiuno. En 1942 veintidós. En 1944
veintitrés. En 1989 veinticuatro. En 2003 veinticinco. Es así como se enraízan los egoísmos y
personalismos dirigenciales, se acentúan las posiciones localistas y de
terruño, construyendo un Estado amorfo, con una concepción estrecha de
desarrollo y crecimiento, sin redistribución social, de tipo comarcano y
aislacionista, causando serios perjuicios a las provincias. Razón por la
cual, algunos departamentos llegaron a crecer en mayor grado y nivel que
otros. Respuesta
regionalista La Regionalización del País y
Descentralización del Estado, busca modificar la estructura del poder
político y económico, la demarcación
territorial con fines de eficiencia y complementariedad productiva,
así como de integración de diferentes realidades y pisos ecológicos e implementar
mediante una estrategia de desarrollo integral y armónica de espacios geo
económicos. Los gobiernos regionales son la genuina
expresión y voluntad soberana de las provincias marginadas, con visión estratégica de
desarrollo que a través de la concertación social, institucional y política
les restituya su derecho histórico a su autogobierno, dentro de la unicidad
de la república, procurando que los excedentes que se produzcan en cada
región sean revertidos en ella a fin de coadyuvar al logro de un mayor valor
agregado en la producción regional. Los gobiernos regionales impulsarán la
integración geográfica, económica, política, social, educativa cultural y
tecnológico, lograr la especialización productiva de las provincias y
fomentar la racional y equitativa explotación, uso y distribución de los
recursos. V.R. Haya de la Torre/ Manifiesto 1932,
señala –dentro de la definición de la organización del Estado
descentralizado, el regionalismo económico supone la investigación y
clasificación científica de las diversas regiones del país, de acuerdo con su
realidad geográfica, grado de desarrollo de la producción, posibilidades,
zonas de mercado, etc. El Congreso Económico, será el único ente
representativo de todos los grados, aspectos y regiones de la economía
nacional sujetos a la controlaría general del Estado unitario. 1.2 Concepto de
Desarrollo En términos conceptuales el desarrollo se
nos presenta muy complejo, pues se
refiere a nuestro juicio a la realidad social global e implica a su vez una multiplicidad de aspectos heterogéneos. Con frecuencia, el
concepto de desarrollo es usado por algunos políticos que simplemente no
conocen el término para señalar una meta de perfeccionamiento de la acción
económica social del Estado en general. El desarrollo aparece como un proceso histórico que implica la necesidad de cambios estructurales profundos en
los campos de la economía, la cultura, la organización social
y política, a través de una movilización del esfuerzo interno
y en plena movilización de las fuerzas productivas. Este fenómeno,
implica necesariamente un enfrentamiento estratégico a las estructuras de dominación y dependencia
y, en consecuencia, no puede realizarse sin
grandes conflictos tanto internos como externos. En consecuencia, desde
esa óptica moderna
para un país
como el nuestro, el concepto de “desarrollo, es un proceso de consecución
de logros, tanto cualitativos como cuantitativos en el orden
económico, social, político y cultural, que
conlleva a la superación de la calidad de vida de la población, que permita
la realización de la persona
humana, dentro de una sociedad que consideramos justa”. El desarrollo así concebido, se basa: “en
las potencialidades internas del país
a través de una estructura articulada e integrada, tanto sectorial como regional y se orienta a la búsqueda
de una mayor racionalidad en el uso
de los recursos humanos, naturales, financieros; así como a la racional ocupación del territorio
nacional y a una efectiva participación ciudadana en la toma
de decisiones que afiancen la soberanía nacional”. Es particularmente importante señalar que la planificación del
desarrollo regional, es de carácter orgánico, integral,
permanente y de tipo imperativo para el sector
público e indicativo para el sector
privado. 1.3 Conciencia de
Desarrollo Es una actitud justa y responsable en la construcción
de una identidad ciudadana para confluir en el cumplimiento del objetivo
común para la consecución de logros del desarrollo sostenible de una
población mediante la participación organizada, oportuna y permanente en la
toma de decisiones. El ciudadano común y con conciencia de desarrollo está
en condiciones de contribuir en forma alícuota en el logro de esos objetivos. El concepto de desarrollo, asumido, nos obliga a reorientar nuestras necesidades
y
nos damos cuenta de lo poco que necesitamos para dar el verdadero salto
hacia una consciencia real, acorde con nuestras verdaderas necesidades sociales, económicas, ambientales y culturales de
nuestro presente, que nos permita asegurar a las generaciones futuras, la
posibilidad de desarrollarse en un mundo sano, limpio y justo. Entendido así, el desarrollo no es, sino un medio para
satisfacer las necesidades
elementales de la persona humana, de manera que, su enfoque no es referido necesariamente a la estructura productiva, económica
o del comercio, sino en el impacto que, a través de ellos se alcancen los logros cuantitativos y cualitativos para mejorar la calidad de vida
de las personas. ¿Cómo definiríamos un pueblo feliz? (Haya de la Torre,
entrevista TV. César Hildebrand-1969) “..Serlo supone, elemental y humanamente que, un
pueblo tenga pan, casa, abrigo,
educación y seguridad..” “.. Que, el niño que nace no sea una carga para el
hogar a donde llega, ni sea echado
al mundo inerme y sin destino. Que el Estado, del cual va a ser ciudadano le auxilie desde que
nace, le tutele y le eduque, le alimente
o coadyuve a alimentarlo, le adiestre para el trabajo, le cure y le garantice protección y estímulos.
Que le ayude a vivir y a producir física e intelectualmente y le aguarde
con un digno
amparo en la vejez.” Es cierto que poner en marcha un Estado descentralista
conlleva buen tiempo y mucho trabajo institucional concertado. Por ejemplo,
elaboración de Planes de Desarrollo Regional armonizados y coordinados con el
Plan Nacional de Desarrollo y del Programa Nacional de Inversiones. Conciencia de desarrollo significa que debemos sentir
que podemos y debemos
identificarnos con la dramática realidad de nuestro país y cada uno de nosotros, sepamos desempeñar un papel
serio y responsable, como la
parte alícuota, en la consecución
de sus logros. Los índices de un pueblo feliz pueden
darlos aquellos que planifican la liquidación del analfabetismo, la mendicidad, la desnutrición, el abandono de niños y ancianos, enfermedades remediables, el desempleo, la violencia y ofensivas desigualdades; como accidentes y males previsibles. “..Es necesario que la población tome conciencia de la
necesidad imperiosa del cambio socio-económico, moral y educativo-cultural a
nivel de sus propias regiones, abriendo un capítulo diferente en la historia
nacional. Conciencia nueva favorable al cambio, conciencia de responsabilidad
y moralidad, conciencia social concertada para el racional uso, explotación
equitativa y distribución oportuna y justa de los recursos productivos.” Eleodoro
Terrones Negrete/La Región asumiendo su desarrollo/1991. 1.4 Estrategia del
Desarrollo Ahora bien, La estrategia consiste en el cómo alcanzar
los objetivos propuestos a corto,
mediano y largo plazo y, de cómo cumplir metas, cuándo hacerlo, donde
hacerlo, con quiénes hacerlo, cómo conseguir que la visión estratégica sea una realidad
para el espacio geo económico. Es necesario
la estrategia como un todo, donde algunos factores locales con los que se
cuenta, constituyen una limitante para atraer la inversión
privada. Por ejemplo, la infraestructura básica,
llámese carreteras, puertos, aeropuertos y ferrocarril, no están a la altura
de las necesidades para el desarrollo sostenido de la región. En la estrategia regional se debe tener presente, que
la descentralización económica productiva y la descentralización política
administrativa, constituyen las respuestas contundentes a la centralización y
marginación económica, social del país y la base del desarrollo y
reforzamiento de los gobiernos regionales. 2.- UNA PROPUESTA
REGIONAL 2.1 “Región Centro Sur
Meridional” 1992, Brasilia, capital de Brasil donde se suscribió
el “Convenio de Cooperación, Integración y Comercio Brasileño - Peruano”, celebrado
por los presidentes Fernando Cardoso – Alberto
Fujimori. constituyéndose éste documento como el mecanismo de fortalecimiento del Mercado Común del
Sur (MERCOSUR), como los subsiguientes
convenios y adendas en ese sentido, que lidera Brasil, pero al observar que
en dicho documento protocolar no se habían precisado las ventajas
competitivas y diferenciadas de Perú, respecto a los grandes beneficios de
comercio internacional e integración para Brasil que por su mayor crecimiento
económico, significaba un desafío muy alto para nosotros los peruanos en
comparación al ingreso per cápita de los brasileños. El
extremo de este convenio es que Perú permitiría a Brasil, cruzar nuestro
territorio nacional, para llevar sus productos a los mercados de la Cuenca
del Asia Pacífico y viceversa. Entonces
el reto para los peruanos es “cómo generar una economía de resistencia”
al crecimiento económico y al desplazamiento poblacional brasileño.
Éste es el kit del asunto, que motiva trabajar una propuesta de desarrollo “macro
regional” denominada “Región
Centro Sur Meridional” donde
el actual departamento Ica, por su
particular ubicación, en ésta parte del país, constituye un “importante
centro estratégico y geopolítico con gran capacidad
de respuesta a la convergencia con los pueblos contiguos del “Eje: Meridional
Centro Sur Peruano” de los departamentos
de Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Arequipa, Cusco y Madre de Dios“,
promoviendo su desarrollo a través de la gestión
sostenible de su territorio, aprovechando virtudes y potencialidades
propias para la generación de riqueza
y bienestar, con el protagonismo permanente de sus habitantes, sobre
la base del
respeto a la vida, a la libertad, al trabajo, a la igualdad de oportunidades, con
eficiencia y transparencia en la gestión pública y, donde finalmente el medio ambiente sea protegido y cuidado
por todos los ciudadanos, que pueden generar una economía regional que enfrente
al desafío del “Eje Radial Múltiple Brasileño” que representan los Estados,
vecinos, de Acre, Rio Branco, Porto Velho, Mato Grosso, Rondonia y Amazonas; que
constituye un promisorio espacio geo-económico muy importante en Latinoamérica.
La presente propuesta macro
regional denominado “Región Centro Sur Meridional”,
tiene particular importancia no sólo en ésta parte del país, sino en el país entero, por la dimensión
y proyección que en sí mismo encierra. El 15 de Setiembre de 1999, el diario La República en su revista quincenal -Memorial Descentralista (fascículo 14)- publica mi
artículo “Ejes de Desarrollo Centro Sur Meridional”, expuesto años
antes en el Colegio de Abogados de Ica, ocasión cuando me reencontré
con Manuel Dammert Ego-Aguirre,
entonces editor de dicha revista,
que desde entonces aparece exhibida en la Biblioteca
Peruana de la Descentralización de la Municipalidad de Lima Metropolitana y
algunos otros ejemplares en la biblioteca
del Congreso de la República. Reitero que, el enfoque de ésta propuesta, es una
nueva y estratégica confrontación de la actual
realidad nacional, con las relaciones internacionales de comercio e integración de países considerados mercados potenciales, en el marco
de la globalización mundial y apertura de oportunidades de comercio con la cuenca
del Asia Pacífico, en el que,
el conocimiento y los conceptos de rentabilidad y competitividad, incorporados a la educación y cultura,
son elementos vitales para la generación
de riqueza de nuestros pueblos. Nunca en la historia republicana se ha presentado una
oportunidad tan decisiva para nuestro desarrollo, como la alianza estratégica Perú – Brasil,
que inicia su futuro con la construcción de la Carretera Interoceánica. Donde el intercambio comercial de Perú con
Brasil es de $ 65,000’000 mientras que Brasil con Perú, es $ 400,000’000. Perú y Brasil están unidos por el río Amazonas, el más
caudaloso del mundo, con una frontera abierta que permite unir Cuencas del
Pacífico y del Atlántico. A ello se suma la especial circunstancia de que el Perú es el único país de la
Comunidad Andina de Naciones (CAN) miembro del APEC en la Cuenca
del Asia Pacífico, donde
habita hoy el 52% de la población mundial, China, Japón, Rusia, Corea,
Taiwán, Filipinas, Austria, Malasia, Indonesia, Nueva Zelandia, Australia,
Brunei, Singapur, Tailandia, Hong Kong, Nueva Guinea, Viet Nam, Taipéi, donde
se concentra el 56% del comercio internacional. Desde éste punto de vista, y al interesarnos por el
futuro de nuestros pueblos, debemos
observarlos a partir de una óptica geopolítica y con una estrategia integral de desarrollo, en concordancia con los
objetivos de política exterior a corto, mediano y largo plazo
en previsión al desafío de la integración y el comercio
internacional que promueve Brasil en su decidido
interés por nuestros pueblos de la zona sur medio, que le permita
una salida franca
a los mercados de la Cuenca
Asia Pacífico. En cambio, para comprender el impacto del proceso
histórico en el territorio, es necesario analizar principalmente los sistemas
de centros poblados, el nivel de integración territorial, la organización del
sistema productivo y el equipamiento con que se cuenta. Desde el punto de vista de sistemas de centros
poblados, los pueblos situados en la zona sierra del territorio nacional se encuentran fragmentados en dos sub sistemas: Sub
sistema de la zona Este y Sub sistema de la zona Oeste con ejes provinciales de los pueblos
de Ayacucho, Ica, Huancavelica, Apurímac, Cusco y Madre
de Dios, interconectadas e integradas por la Carretera Interoceánica de aproximadamente 2,594 kilómetros debidamente asfaltada y afirmada, pero que los demás pueblos de colaterales
de ésta conexión que aún no están
integrados, por responder a dinámicas económicas diferentes. Es de particular importancia, atender un proceso de
crecimiento de nuevas poblaciones, especialmente en las provincias de Huamanga, Huanta
y el VRAEM, donde se viene observando el surgimiento de ciudades menores, sin embargo,
existe también alta dispersión de centros poblados rurales que presentan un
proceso de despoblamiento como consecuencia de la migración interna, hacia
otras regiones. El Mega Puerto de Marcona Siendo el objetivo de Brasil, salir a la Cuenca Asia
Pacífico, lo haría ingresando por el puente de frontera ASSIS (Acre, Brasil)
- IÑAPARI (Puerto Maldonado, Perú) siguiendo Cusco, Abancay (Apurímac),
Puquio (Ayacucho) Nasca (Ica), donde se ubica el Puerto Marítimo Marcona,
único en Latinoamérica con capacidad de calaje de barcos con más de 240,000
toneladas. Y, colateralmente las ciudades de Arequipa, Puno, Moquegua y
Tacna. El Mega Puerto de Marcona es una oportunidad económica
para el país ya que generará los recursos ya que generará los recursos
económicos para la región. Los puertos de San Juan de Marcona, cuentan con
características naturales de mega puertos que le otorgan al Perú una ventaja
competitiva con respecto a los puertos chilenos, por las siguientes razones: a)
El disponer de aguas
profundas que permiten recibir buques de gran calado lo cual favorece el
comercio marítimo del Perú. b)
Ambos puertos –San Juan –
San Nicolás- cuentan con un gran espacio terrestre que facilita la
construcción de una amplia infraestructura portuaria, incluyendo todos los
servicios complementarios Los ingresos que tendría nuestro país a través de las
divisas generadas por la exportación de productos; aumentarían los recursos
económicos y financieros de las demás provincias que están en el área de
influencia regional. Además, generaría potenciales y diversos puestos de
trabajo directo e indirecto con la participación de las PYMES a través de
maquinaria y la creación del Canon Portuario Regional. Se propone la unión de pisos ecológicos como
estrategia socio económica para el desarrollo sostenible de esta macro región
centro sur a través de los corredores bioceánicos y las potencialidades con
que cuentan las demás provincias de la jurisdicción. Esto va de acuerdo a la visionaria propuesta del
Científico Peruano Dr. Javier Pulgar Vidal sobre la integración transversal
usando las ocho regiones naturales del Perú, incluyendo las 200 millas del
mar peruano, reserva mundial de alimentos. 2.2 Delimitación
de la Macro Región. La “Región
Centro Sur Meridional” está constituida por las siguientes
circunscripciones territoriales de los departamentos: Ica – Sus provincias, distritos, centros poblados y/o
comunidades. Ayacucho – Sus provincias, distritos, centros poblados
y/o comunidades. Huancavelica – Sus provincias, distritos, centros
poblados. Apurímac – Sus provincias, distritos, centros poblados
y/o comunidades. Arequipa – Sus provincias, distritos, centros poblados
y/o comunidades. Cusco – Sus provincias, distritos, centros poblados
y/o comunidades. Madre de Dios – Sus provincias, distritos, centros
poblados y/o comunidades. La “Región
Centro Sur Meridional” abarca una extensión de 328,802 km2., en 54
provincias distribuidas en las tres regiones naturales del Perú: Costa,
Sierra y Selva., con una población aproximada de 5’120,987 habitantes.
Los
pueblos integrantes de esta macro región propuesta, han tenido un destino
histórico compartido. En su territorio se desarrollaron culturas
prehispánicas que llegaron a formar parte del Gran Imperio Incaico. Durante
la independencia, el territorio de esta región fue escenario de grandes
acontecimientos como el desembarco de la expedición liberadora del Libertador
don José de San Martin en la bahía de Paracas en Pisco (1820) así como la
consolidación de la Independencia Americana, a través de la Campaña comandada
por el Libertador don Simón Bolívar, que culminó en la Batalla de Ayacucho (9
de diciembre 1824). Además,
su ubicación geográficamente se halla en la parte Central y Sur Occidental
del Meridiano de América del Sur. Esta posición desde el punto de vista
geopolítico, la sitúa ventajosamente con relación al resto de países, pues a
partir de esta, puede proyectarse con grandes posibilidades hacia distintas
cuencas existentes a nivel mundial. Razones suficientes y valederas, que
justifican y sustentan su denominación. 2.3 Continuidad
territorial, Homogeneidad Relativa y Potencial de Recursos. Los
elementos físicos más importantes de esta Región son: En
el área costera, la presencia de un paisaje desértico interrumpido por muy
pocos valles angostos; en la zona Quechua, la existencia de valles
interandinos, principalmente en la Cuenca del río Pampas y los afluentes del
río Mantaro; y, en la zona Puna, las mesetas de Castrovirreyna y Parinacochas
que tienen vocación pecuaria. Existe
además un área de Selva Alta con vocación agropecuaria y áreas que son zonas
de protección. En
éste ámbito regional, predominan, áreas geológicas de desiertos desecados y
seco sub tropical en el área costera. La potencialidad de estas zonas de
vida, está supeditado al suministro de una dotación permanente de agua de
riego, para las extensas planicies que tipifican su fisiografía y que
conforman las posibles áreas de expansión de la frontera agrícola. En
el área de Sierra predomina la estepa montano sub tropical, el páramo húmedo
subalpino, sub tropical y la estepa espinosa bajo montano tropical. En
el área Selva, predominan los bosques muy húmedos y pluviales. Es recorrida
por una vasta red hidrografía, siendo el río Madre de Dios el más importante,
se desprende en 2 partes: Alto Madre de Dios que comprende desde la naciente
hasta el río Manú Bajo Madre de Dios, desde Manú hasta la frontera del
Brasil. Es navegable desde su influencia con el río Manú. En su Cuenca existe
una importe riqueza forestal y aurífera, así como las maravillas de sus
paisajes naturales. Su clima es cálido tropical, con precipitaciones anuales
superiores a 1,000mm y una temperatura media anual de 25°C. La
macro región por su orografía, tiene un alto potencial para la generación de
energía hidroeléctrica. Recursos Turísticos como Reserva Nacional de Paracas,
Líneas de Nasca, Reserva Nacional Pampa Galeras, Ciudad de Ayacucho, Ciudad
de Cusco, reserva Nacional de Manú, etc) y variedad de recursos mineros
metálicos y no metálicos; además, tiene potencial en energía geotérmica, cuyo
mercado energético estaría constituido por la demanda de los sectores
industriales. Las
relaciones de carácter económico social e histórico de la región, le dan
cierta homogeneidad y la diversidad ecológica le permitirá dinamismo; por
ello es necesario, un manejo y tratamiento integral de estos ámbitos,
especialmente para el manejo de los recursos, su conservación y desarrollo. 2.4 Especialización y
Competencia Productiva. La
macro región Centro Sur Meridional, por poseer recursos casi únicos en el
país, como el hierro, y por la variedad de áreas ecológicas, se especializa
en la agricultura, principalmente en cultivos; en lo pecuario, en la
producción de auquénidos, y en lo industrial, en los rubros de metal mecánica
y química, así como en lo pesquero, en la producción de harina de pescado
entre otros, permitirá una mayor especialización de la actividad productiva
que tendrá como base lo industrial, la agrícola, lo pecuario, lo minero, lo
turístico y lo pesquero. 2.5 Accesibilidad y
Estructura de Asentamientos. Se
ha logrado establecer un patrón de asentamientos que privilegia el desarrollo
de los centros costeros, a partir desde los cuales se articula el desarrollo
de las principales actividades industrial, agrícola, pecuaria, minera,
turística y pesquera El
Eje de articulación vial longitudinal
entre los principales centros poblacionales urbanos de la Costa, es la
Carretera Panamericana: Y,
el Eje de articulación vial longitudinal
entre los principales centros poblacionales urbanos de la Sierra es la
Carretera Longitudinal. Existen
además, Ejes Transversales que
conectan áreas costeras y serranas como: Pisco-Ayacucho,
Ica-Nasca-Puquio-Abancay, Chincha-Castrovirreyna, Ica-Huaytará,
Ica-Nasca-Puquio. Existen
además, otros Ejes transversales
que conectan áreas Costeras, Serranas y de la Selva: -
Cusco-Abancay-
Andahuaylas-Ayacucho-Huancayo-Lima. -
Cusco-Abancay-Chalhuanca-Puquio-Nasca-Marcona-Ica. -
Cusco-Urcos-Yanaoca-Espino-Arequipa. -
Cusco-Urcos-Sicuani-Juliaca-Arequipa. -
Cusco-Puerto Maldonado. -
Cusco-Quillabamba. -
Ferrocarril del Sur:
Arequipa-Sicuani-Cusco-Quillabamba-Juliaca-Puno. -
Aeropuertos mayores y
menores: Pisco-Nasca-Arequipa-Cusco-Quince Mil (Madre de Dios). La
“Región Centro Sur Meridional” cuenta
con ciudades importantes como Ica, Pisco, Chincha, Huancavelica, Puquio,
Ayacucho, Andahuaylas, Cusco, que hacen posible el ordenamiento de un sistema
de ciudades de diversos niveles como centros de administración. 2.6 Organización,
Facultades, Políticas, Administración y Relaciones. El
Gobierno Macroregional tiene autonomía política, económica y administrativa
en los asuntos de su competencia. Su estructura orgánica, facultades,
gestiones y relaciones institucionales se rigen por lo establecido en la
Constitución Política del Perú y la normatividad legal vigente, sobre la
materia. Tiene
por finalidad imperativa fomentar el desarrollo de su jurisdicción de manera
integral y sostenible, promoviendo la inversión pública, privada y el empleo,
garantizar el pleno ejercicio de los derechos y la igualdad de oportunidades
de sus habitantes de acuerdo con los planes y programas de desarrollo
nacional, regionales y locales. 2.7 Régimen Económico
Financiero. Además
de lo establecido por la Constitución Política del Perú y demás legislación
establecida, debe constituirse un Fondo
de Desarrollo Macroregional manejado mediante la creación de una
institución con autonomía económica y administrativa integrada por
representantes del sector público y privado con alto nivel de eficiencia
gerencial, capaces de trabajar con pensamiento planificador y estratégico,
como expresión de una visión compartida con la sociedad civil organizada,
capaz de concertar en el manejo de proyectos, programas y acciones. El FONDO
debe orientarse a: -
Potenciar la
infraestructura productiva y vial. -
Promover y apoyar el
proceso de reconversión industrial. -
Promover la vocación
productiva de las ciudades. -
Fortalecer las
potencialidades turísticas de la Macro región. -
Promover el potencial
exportador. -
Promover la factibilidad
de proyectos de inversión. -
Promover la agroindustria
rural. -
Promover y apoyar
diversas actividades productivas. -
Incentivar el desarrollo
tecnológico, científico y cultural. La
Financiación del Fondo, provendría
de: -
Recursos que le asigne el
Estado. -
Ingresos tributarios
generados por la propia macro región. -
Recursos canalizados de
la cooperación internacional. -
Y, otros que debidamente
y lícitamente son aprobados por acuerdo de autoridades correspondientes. Finalmente,
quiero redondear la visión estratégica de desarrollo para esta parte del país
que la aprobación declarativa de Interés Regional y Necesidad Pública, la
Región Centro Sur Meridional que en el futuro de mediano o largo plazo, está
propuesta contiene una amplia gama de posibilidades por identificar, explorar
y explotar, siempre que tengamos la capacidad de imaginar sobre espacios y
tiempos y la responsabilidad de buscar formas para contribuir a vivir
dignamente en nuestro pueblo, con
propuestas que nos acerquen más a ellas. No
se trata de anticipar el futuro, sino de facilitarlo. Y,
como diría Paul Samuelson, Premio Nobel de Economía 1987. “Lo auténtico que
genera riqueza y bienestar en los pueblos y en los hombres; no es
necesariamente la economía, sino fundamentalmente la educación y la cultura” Santos
Alejos Ipanaqué DNI. 25484679 WhatsApp: 956 850 649 Ch/10/10/2022 |

0 Comentarios