RESUMEN EJECUTIVO DEL PROYECTO MINERO
TÍA MARÍA (Arequipa)
Antecedentes.-
El Proyecto Tía María se encuentra ubicado al sur de Perú en
el desierto cercano al Valle v
La actividad
económica es la Agrícola que ocupa al 46 % de la PEA (Población Económicamente
Activa) de la provincia, Industrias Manufactureras (de transformación de
materias primas que ocupa al 36% de la PEA y la Explotación de Minas y Canteras
que ocupa al 18% de la PEA, local.
La población
que se dedica a la actividad agrícola son aproximadamente 53 mil de los cuales
el 90% viven en los distritos Dean Valdivia, Cocachacra y Punta de Bombón,
precisamente los distritos de mayores niveles de pobreza extrema.
La
explotación de canteras se realiza en total informalidad, dado que no están
registradas.
El impacto
de los humos provenientes de las refinerías vecinas de la empresa Southern en
la provincia de Ilo (Moquegua) fue sin lugar a dudas, uno de los principales
antecedentes medioambientales con mayores cuestionamientos no sólo de la población
y autoridades locales sino también nacionales.
Otro factor
de conflictividad fueron las disputas por las aguas del rio Tambo que siempre
sostenían los agricultores de Arequipa y Moquegua que mediante movilizaciones
sociales como objetivo principal obligar al gobierno central la construcción de
una represa para el valle arequipeño.
El conflicto
aún está sin solución. A pesar que viene desde tiempos ancestrales.
Pero, a
partir del año 2003 empieza agudizarse el conflicto ante el anuncio de la
empresa minera Southern Perú Copper Corporación anuncia el desarrollo de
actividades mineras con el Proyecto denominado Tía María a la modalidad de tajo
abierto.
Sobre el Proyecto.-
Con el solo
anuncio de la empresa minera de un proyecto a tajo abierto y las preocupaciones
de la población con respecto al potencial del recurso hídrico es propicia la
oportunidad para reanudar la conflictividad entre la Población, el Estado y la
Empresa.
El proyecto
de extracción minera comprende dos tajos denominados “La Tapada” comprende 138
hectáreas con un periodo de 18 años y “Tía María” comprende 168 hectáreas con
un periodo de explotación de 9 años. Sin embargo el proyecto se desarrollaría
en un área de 1,600 hectáreas.
La empresa
Southern Perú Copper Corporación, pertenece al Grupo México quien controla el
82% de las acciones.
En el año
2009, durante el gobierno de Alan García anunció la iniciación del proyecto
minero que ofrecía la creación de 3,000 empleos durante la etapa de
construcción y 350 empleos permanentes y 3,500 puestos de trabajo indirectos
durante además, funcionamiento regular. El proyecto ascendería
en $ 1,300 millones de dólares.
El proyecto
contemplaba además, programas de desarrollo comunal y de responsabilidad
social, sin embargo en la zona jurisdiccional ya existían sectores hostiles a la empresa minera que tiene un
pasado complicado como por ejemplo que ha sido sancionada 14 veces por el OEFA
(Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental) y multada por OSINERMING
por no presentar su Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA). Que son
los motivos determinantes para que los agricultores y ganaderos teman que la
actividad minera perjudique sus cultivos y crianza de animales, y porque la
zona de extracción se encuentra a tan solo 2 kilómetros de su población; y la
situación volvió a estancarse allí nuevamente.
A partir de
allí, se conformó el “Frente Amplio de Defensa del Medio Ambiente y Recursos
Naturales” la que sería la primera organización representativa del distrito de
Cocachacra, que luego se denominaría los “Frente de Defensa del Valle de Tambo”
teniendo como base los comités de lucha en los distritos aledaños de Cocachacra
y Dean Valdivia; El Arenal, Punta de Bombón, Alto Boquerón y Ensenada.
La primera
reacción del Frente fue producto de la intención manifestada de la empresa de
hacer uso de las aguas subterráneas para las operaciones de Tía María, mediante
pozos en la cuenca del Río Tambo, en la zona de Cocachacra, generalizando la
creencia que el proyecto afectaría gravemente la disponibilidad de agua, lo que
a su vez tendría impacto directo en la agricultura local, limitando la
producción de arroz, caña de azúcar, pan llevar, etc, etc.
La empresa
está más ocupada en llamar mediante medios de comunicación locales a los
comuneros y autoridades como “terroristas antimineros” donde ya han caído 3
muertos por la conflictividad, pero no en comunicar sus beneficios directos,
indirectos y colaterales.
Situación actual.-
Lo anterior
impulsó un activismo local inicial difundiendo los perjuicios potenciales
imputados al proyecto, a través de volantes, perifoneo y reuniones en la zonas
del valle.
Aquí se
nota una diferencia clara entre la
doctrina del conflicto de los grupos anti mineros y aquella utilizada
comúnmente por las empresas mineras.
Mientras las
empresas tienden a iniciar de incidencia sobre las comunidades con acciones de
responsabilidad social hacia la población de su área de influencia, las que
consisten en diversas actividades productivas y sociales de apoyo a la
población usualmente en coordinación con los representantes locales del Estado.
Los
antimineros, por su lado se dedican a operar inicialmente sobre el sistema de
creencias de la población local y mediante canales ajenos a la estructura del
poder estatal como profesores de escuela, miembros de la iglesia, juntas de
regantes y diversas organizaciones que tienen cierta credibilidad mayor frente
a la población que la de los representantes formales del Estado.
Entonces,
cómo se puede terminar el conflicto..?
Necesitamos
que el gobierno “garantice que la empresa Southern Perú Copper Corporation, no
recaiga en malas acciones ambientales y que se convenza a los comuneros y
población que sí se puede hacer minería con estudios de impacto ambiental responsables.
En resumen,
el proyecto de Tía María en la actualidad a quedado en Stamby.

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