En nombre de mi familia ALEJOS IPANAQUE, hijos, hijos políticos, nietos, bisnietos y tataranietos de la que en vida fue:
Asunción Ipanaqué Vda de Alejos
Agradezco a los amigos y compañeros por las innumerables muestras de pesar enviadas desde diversas localidades del país y del extranjero, las que permitieron a mi familia y a mí en particular, sobreponernos a tan dolorosa experiencia de perder a nuestra madre.
Nos creíamos fuertes y hasta guerreros por haber vencido vicisitudes de la vida, pero resulta que somos tan débiles, tan dóciles que lloramos a nuestra madre, como si fuéramos niños, como si potros salvajes hubieran arrancado nuestros corazones. No pudimos evitarlo, no estábamos preparados para éste dolor.
La muerte de un ser amado, al principio nos produce un fuerte dolor, luego el dolor se convierte en pena y la pena con los días se convierte en recuerdo, en gratos recuerdos; es precisamente, en ésta estación de la vida, quisiéramos recordar a nuestra CHONITA que, al emprender su ineludible viaje rumbo al infinito a convertirse en polvo, más allá de las estrellas al encuentro con el Señor quien la premiará al tenerla junto a…su GARY (mi padre: Santos Eulogio Alejos Ramírez) por que ellos sembraron las semillas en buena tierra para tener buenos frutos, esa es nuestra promesa. Nuestra Chonita en vida continuó al frente de nosotros recorriendo el camino que empezó con su Gary, al andar, hoy les envío un recado al corazón de mis hermanos MANOLO el primogénito y a CARMEN MARIA la hermana mayor, (somos trece) que levanten con sus manos la flama de la luz de la fraternidad y el valor y, nos conduzcan por el camino trazado en éste desierto de esperanzas.
Esta dolorosa experiencia nos dejó una clarísima lección: Una madre, no se cansa de esperar.
Gracias, muchas gracias…
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