CHINCHA: Llora a su Amador Ballumbrosio, que ya baila pa Diosito Miércoles 10 de Junio. Chincha amaneció nublada y por momentos una relativa llovizna con inusitados vientos nos anunciaban que Amador se fué a bailar pa´ Diosito; decían consternados los chinchanos. La música afroperuana se encuentra de duelo por la repentina partida del máximo exponente e ícono del arte y folclore negro, don Amador Esteban Ballumbrosio Mosquera de 75 años, conocido con el apelativo de “Champita” dejando un enorme vacío en el corazón de las personas que conocieron de su talento innato para el zapateo, y el manejo del violín, arte que cultivó desde muy pequeño. Nació un 26 de Noviembre en el año del señor 1933 en la hacienda Huanco en el distrito de El Carmen de ésta provincia. Hijo de don Basilio ballumbrosio y de doña Isabel Mosquera. Cuando tenía 4 años, encontrándose jugando con uno de sus primos, cerca de una de las acequias del lugar, se cayó al mismo, que pudo perecer ahogado por la fuerte correntada de las aguas y pudo ser rescatado, pero como no reaccionaba su madre hizo una promesa a la Virgen del Carmen, patrona de éste recóndito distrito, ofreciéndole al pequeño Amador para que todos los años en Navidad, baile en el Atajo de Negritos; varios años después, esta promesa fue complementada aprendiendo a tocar el violín, desde aquel entonces , aparte de dedicar valiosas horas al estudio y ayudar a los quehaceres de la casa, también se dio tiempo para perfeccionar su arte. Este legendario hombre de raza negra, hizo famosa la frase “VAMÓ PA‘ CHINCHA FAMILIA” era generoso y de buen carácter, encandiló con su danza y traspasó fronteras; siendo reconocido como un gran percusionista, violinista y zapateador. Dejó su último suspiro en su humilde vivienda de adobe ubicada en la tercera cuadra de la calle San José, distrito El Carmen, al lado de su inseparable esposa, doña Natalia Adelina Guadalupe Córdova, con quien procreó 16 hijos. “pidió le alcanzaran un vaso de agua, bebió y luego no respondió mas, murió tranquilo y en paz, y sin mostrar ningún dolor, su corazón dejó de latir” nos dijo una de sus hijas, doña Celia. Durante su velatorio concurrieron innumerables persoas de la localidad, de la región y de la capital, destacando la presencia del general EP Juan Carlos Urcarreigui Reyes comisionado por el Presidente de la República para edpresar sus condolencias a la familia en reconocimiento a su aporte a la cultura negra que ha dejado muy en alto el nombre del país. Michy Gonzáles autor y compositor de temas musicales quien llegó desde Lima para expresar sus sentimientos a la familia y manifestó que aprendió muchas cosas de él, las que marcaron un paradigma de vida personal y profesional, grabaron juntos “A gozar sabroso”. Tuvo el privilegio de recibir en su humilde casa a personalidades de talla nacional e internacional para admirarlo, aplaudirlo; entre ellos se recuerda a don Mario Vargas Llosa, al mexicano Juan Gabriel, Julio Andrade, Micky Gonzáles, Susana Baca, entre otros. Ya en su última morada, el cielo carmelitano llora su partida y los violines volvieron a sonar en manos de sus 16 queridos hijos, algunos de ellos venidos de Francia, Estados Unidos, y España donde también difunden la música y el arte que su señor padre les heredó; al son mágicas melodías hicieron que los pies volvieran a zapatear al igual que el corazón de más de tres mil almas que llegaron de todas partes del mundo y condijeron el ataúd en un recorrido lleno de contrariedades de tristeza mezclada con alegría, en donde el dolor se transformó en resignación y ésta se volvió zapateo mientras que el llanto se hizo canto en este singular entierro. Amador…nunca sintió pena por sí mismo, nunca lloró, ni cuando le cortaron la pierna por su diabetes, ni en sus recuerdos hablaba de lamentos, Amador a pasado por esta vida con dignidad porque creyó en lo que era y que merecía ser expresado lo que sentía en su corazón, ser escuchado, no se avergonzó de ser de nada, no tenia miedo de saber quien era. Fue hombre de bondad. Al caer la tarde, Amador ya baila pa‘ Diosito. La función no termina aquí, recién empieza; ahora tiene la posta el pueblo entero: el de perennizar esta excelente obra y cultura viva que tanto trabajó y defendió este extraordinario hombre, que hoy es orgullo para la humanidad. Con mis gratos saludos desde Chincha Perú.